lunes, 22 de febrero de 2010

Gafapasta


Las notas declararon la guerra a una partitura descompuesta en llanto mientras el piano entonaba una canción ahogada en un profundo silencio que acabó por ensordecer toda la habitación.
Las ideas que danzaban en nuestra cabeza expiraron por nuestras pupilas dejando paso a la generación de suplicios encadenados por una simple duda.











La ventana reflejaba nuestra excitación.

1 comentario:

Pablo dijo...

Muy lindo.
Saludos desde el hemisferio sur.